Su construcción se remonta hacia el año 1752, según se lee en la inscripción de la entrada y reedificada en 1885 fecha inscrita en la dovela superior o clave de la ventana ubicada en el muro testero. El estilo arquitectónico puede ser considerado dentro de lo que conoce como barroco andino, manifestado en el frontis de la iglesia especialmente las decoraciones en piedra que adornan el arco de entrada. Edificio de una nave con planta en forma rectangular sin recintos anexos, sus muros sen de piedra y estuco de barro, con techumbre de dos aguas cubierta de paja brava, atrio delimitado por banda de piedra.
En 1985 tuvo una intervención en la que se agregaron elementos estructurantes de hormigón armado, rellenos de piedra y barro. La torre fue semi reconstruida. Producto del terremoto del 13.06.05 sufrió daños de distinta gravedad: la sacristía y el baptisterio quedaron totalmente colapsados, mientras que el fronstispicio y muro testero se encuentran fracturados. La fachada sufrió el desprendimiento de piedras labradas y los muros laterales se encuentran agrietados. Fuentes: Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y Consejo de Monumentos Nacionales Informe «Daños causados por el Terremoto del 13 de junio de 2005 en las construcciones de valor patrimonial de la I Región de Tarapacá», 1 de julio 2005.
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA DE SOTOCA
El pueblo de Sotoca se sitúa a unos 200 km. al este de la ciudad de Iquique, entre las áridas planicies del desierto de Tarapacá y el altiplano atacameño, en una de las entradas del altiplano Andino Americano y del Parque nacional de Isluga.
En el centro del poblado, frente a la plaza que ordena gran parte de los edificios existentes, se sitúa la iglesia colonial de Nuestra Señora de la Candelaria de Sotoca.
Una inscripción permite datar al edificio en el año 1774. No obstante, un estudio minucioso reveló que existe una fractura megalítica en las fundaciones de la iglesia que es propia del siglo XVII, vale decir, un siglo antes.
El contexto histórico de la Iglesia de Sotoca está inscrito dentro del proceso de colonización y evangelización llevado a cabo por el Imperio Español en Andino América, por medio de la fundación de ciudades, la enseñanza del arte, la arquitectura y la escritura occidental, y la suplantación por la fuerza de cultos y espacios; lo que derivó en procesos de aculturación de la América Precolombina.
El desenlace resultó en un marcado sincretismo cultural que trasciende hasta la actualidad como cultura mestiza o criolla, y tiene como factor común la historia de un encuentro entre dos mundos; conformando así, junto a otros elementos, la identidad cultural, no solo chilena, sino latinoamericana.
La iglesia tiene una planta en forma de cruz latina. Además de la piedra, en la edificación se emplearon materiales procedentes de tradiciones españolas y precolombinas que originaron una arquitectura vernácula o local. Dentro del conjunto de los materiales empleados en la edificación, pueden señalarse la madera, el adobe, la paja brava y la argamasa de tierra
La fachada exhibe un arco hecho con sillares de clara herencia española. Se puede distinguir a lo alto la clave que exhibe un escudo español forjado a golpes y al calor del fierro. El paramento de la fachada, que a ratos es parejo y a ratos disparejo, se soporta gracias a los nervios de las esquinas que resultan ser contrafuertes escalonados y dispuestos simétricamente.
En el lado derecho de la fachada es posible apreciar un campanario en un torreón de tres cuerpos, con un vano en cada lado de su segundo y tercer cuerpo, ancho en su base y más alto que gran parte de los edificios locales. Pese a que el torreón es una innovación proveniente de la España imperial, todo el alzado tiene claros elementos vernáculos sitúan al edificio en el estilo Barroco Andino.
Al interior, la iglesia está organizada en una nave central y un transepto. En la nave central se observan delimitadas tres zonas. La primera corresponde a la formada por tres arcos de medio punto de piedra canteada que marcan el acceso a la nave y sustentan al coro. La segunda corresponde a la zona en donde se ubican los fieles, y la tercera está marcada por un arco de madera y grada de piedra anunciando la zona del presbiterio y del altar. Dentro de esta última zona se encuentran dos capillas laterales alineadas que forman la nave transversal y en ello dan forma a la planta en forma de cruz latina.
Los paramentos interiores laterales han sido enriquecidos con diversos murales que datan de finales del siglo XVII y/o comienzos del XVIII, constituyéndose así en los antecedentes de pintura mural más tempranos de la región.
Más allá del altar, el retablo en madera tallada dorada al estilo Barroco y de gran formato, conduce la mirada y le ordena, enmarcando a los ídolos y santos.
La Iglesia de nuestra Señora de Sotoca es un fiel vestigio de la transculturación durante el proceso de colonización y evangelización española en la América Andina. Por esta razón fue declarada Monumento Histórico en el año 1953.
Dado a su mal estado de conservación y deterioro progresivo con riesgo de desplome, el 17 de junio del 2004, el obispado de Iquique otorgó un permiso especial para la restauración de la torre del campanario de la iglesia de Sotoca.
Referencias: CMN. Expediente histórico. Iglesia de nuestra señora de la candelaria de Sotoca.